Hoy la Agencia Española de Protección de Datos nos habla acerca del interés vital.
El interés vital es una base jurídica que permite el tratamiento de datos personales cuando es necesario para proteger la vida o la integridad física de una persona, ya sea el propio interesado o un tercero.
Está regulado principalmente por el artículo 6.1.d) del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), que establece que el tratamiento es lícito cuando es “necesario para proteger intereses vitales del interesado o de otra persona física”.
Este concepto se contempla para situaciones de urgencia o emergencia en las que la persona afectada no puede dar su consentimiento, y la falta de tratamiento de sus datos podría poner en peligro su vida o salud.
Aunque el interés vital es una base legítima de tratamiento, es importante recordar que su aplicación debe ser restrictiva y limitada a circunstancias excepcionales.
Aplicación práctica del interés vital. Situaciones de emergencia médica o sanitaria: Un ejemplo típico es cuando una persona sufre un accidente o se encuentra en una situación médica crítica que le impide consentir el tratamiento de sus datos. Los hospitales, médicos u otros profesionales de la salud pueden acceder a su información médica (historial clínico, alergias, condiciones preexistentes, etc.) para proporcionarle el tratamiento adecuado que podría salvar su vida.
Puedes ver toda la noticia aquí.