Una fuga de datos ocurre cuando información confidencial o privada se expone en un entorno no seguro.
Este tipo de incidente puede ser provocado tanto por un accidente como por un ataque deliberado.
Cada año, millones de personas resultan afectadas por fugas de datos, que pueden variar desde un médico que accidentalmente accede al historial médico equivocado, hasta sofisticados intentos de infiltración en sistemas gubernamentales para obtener información sensible.
Las fugas de datos son una gran preocupación en materia de seguridad, ya que los datos confidenciales se transmiten constantemente a través de Internet.
Esta transmisión continua de información abre la puerta a posibles ataques dirigidos a cualquier persona o empresa.
Además, las empresas de todo el mundo almacenan gran cantidad de datos en formato digital.
Los servidores que contienen esta información suelen ser vulnerables a distintos tipos de ciberataques.