Te facilitamos una serie de recomendaciones que aparecen en la web de la Agencia Española de Protección de Datos para conseguir que tus contraseñas sean más robustas:
- Longitud: Utiliza al menos 8-10 caracteres. Cuanto más extensa sea, mejor.
- Combina caracteres: Procura que esté compuesta por mayúsculas (A, B, C…), minúsculas (a, b, c…), números (1, 2, 3…) y caracteres especiales ($, &, #…)
- Evita la información personal: No incluyas datos como tu nombre, el de tu mascota, tu cumpleaños, el número de teléfono o tu grupo de música favorito. Cualquiera que te conozca o consiga información sobre ti podría adivinarlos fácilmente.
- Cuidado con elegir las más comunes: Son desaconsejables prácticas como memorizar en función del teclado (ej.: “123456” o “qwerty”) o usar expresiones hechas (ej.: “teamo”, “iloveyou”).
- No utilices patrones sencillos: Un ejemplo sería hacer que la primera letra esté en mayúscula seguida de 4 ó 5 en minúscula o usar uno o dos números y finalizar con un carácter especial como un punto o signo de exclamación (Ej.: Perro26!). Esta no es una buena idea.
- No reutilices: Crea claves diferentes para cada cuenta online. De esta forma, si alguien consigue acceder a una concreta, no tendrá acceso al resto de tus servicios.
Si necesitas ayuda, puedes acudir al #equipomentora.