Nos hacemos eco de las recomendaciones de la AEPD:
El phishing es uno de los métodos más utilizados para obtener información de la víctima a través de correos electrónicos, SMS, redes sociales o mensajería instantánea, suplantando la identidad de páginas de servicios conocidos, instituciones o entidades financieras.
Para obtener esta información, los ciberdelincuentes generalmente facilitan un enlace que redirige al usuario a una página web fraudulenta que simula ser la legítima. De esta manera, el usuario puede creer que está en un sitio de confianza e introducir la información solicitada -contraseñas, datos personales o bancarios- que, en realidad, va a parar a manos del estafador, que luego utilizará o venderá a terceros.
Con la llegada del verano, los ataques de phishing no disminuyen. De hecho, se trata de una época en la que los usuarios suelen estar más relajados y en la que es más común conectarse a Internet a través de smartphones. En este tipo de dispositivos es más sencillo caer en la trampa, puesto que es más complicado analizar la información recibida. Por ejemplo, en un correo electrónico no podemos ver el remitente completo en pantalla y es más difícil identificar mensajes sospechosos.
Además, en el periodo estival la reserva de viajes online o las compras de última hora pueden facilitar ser víctima de este tipo de fraude. Gangas que tratan de apremiarte para que pinches en un enlace o publicidad con grandes descuentos son algunos ejemplos de ataques de phishing que pueden producirse en verano con más probabilidad.
Para evitar caer en este tipo de estafas, sigue estos consejos:
- Sospecha de mensajes alarmistas.
- No debes responder.
- Sé cauto y no hagas clic en los enlaces que pueda contener.
- Ninguna empresa o servicio como el banco, suministros del hogar (agua, gas, etc..) te solicitará datos de acceso a sus cuentas.
- Sospecha si hay errores gramaticales.